Yachay Mama, la sabiduría de las diosas

Dicen y cuentan que varias de las guerras de los dioses y de sus experimentos fallidos para crear a una humanidad decente, se reunieron en una habitación del Hanan Pacha las cinco señoras diosas del firmamento:

  • Mama Quilla.
  • Mama Pacha.
  • Mama Sara.
  • Mama Cocha.
  • Mama Ocllo.

“De la mano de los dioses los hombres y las mujeres acabarán siempre en lo mismo, hambre, locura, guerra, muerte y frío”, dijo Mama Quilla. Todas asintieron, y decidieron crear ellas una humanidad que fuera duradera. Cada una le daría a la humanidad una serie de dones para que saliera adelante sin tener que depender de los dioses.

Mama Quilla los dotó de emociones y sentimientos dándoles alma, amor, educación, humildad, moral, cariño, respeto, consideración, solidaridad y reconocimiento del otro, para que vivieran en familia y en grupo con paz y armonía. Les dio, además, el sexo y la fertilidad. Mama Pacha les dio jerarquía sobre todas las cosas del mundo, animales, plantas, montañas, ríos, lagos, nieves, lluvias, nubes, mares, minas, piedras y metales, para que no pasaran necesidades.

Mama Sara los enseñó a cultivar, a sembrar y a cocinar, a cazar y a defenderse de las fieras, a fertilizar los campos y a domesticar a los animales para que de ellos obtuvieran pieles y lanas, leches y carnes. Mama Cocha les enseñó a navegar, a seguir las corrientes, a nadar, a pescar, a cruzar los ríos, a explotar los lagos, a canalizar el agua, a limpiar los desechos, a mariscar, a descubrir los tesoros de la mar y a viajar por las grandes aguas con la ayuda de las estrellas y los vientos.

Mama Ocllo les dio imaginación y creatividad, les enseñó a usar las manos y la cabeza, a aprender y a enseñar, a nombrar las cosas, a tejer, tallar, esculpir, pintar, cocinar y construir tanto el propio hogar como una ciudad entera. Así los criaron en la luna, bajo las faldas y el amparo de Mama Quilla mientras los dioses discutían y peleaban sin ponerse de acuerdo. Hombres, mujeres y niños aprendieron lo que tenían que aprender, hasta que estuvieron realmente listos para bajar a Kay Pacha.

Las cinco diosas los plantaron en la tierra, y la humanidad no tardó en progresar y en enseñar a los otros hombres, mujeres y niños que ya estaban en aquellos terrenos y que no habían avanzado mucho porque no habían tenido maestras ni maestros que les mostraran el camino. Cuando los dioses vieron el progreso de los hombres se vanagloriaron creyendo que era gracias a ellos que ahora fueran inteligentes, humildes y buenos, mientras las diosas se reían a sus espaldas.

Por fin la humanidad caminaba sola y era duradera, pues ahora sabía enfrentar las desgracias y avanzar sin temor a que nada ni nadie los destruyera. Los dioses se retiraron a Hanan Pacha y dejaron que la humanidad siguiera su camino, mientras las diosas, humildes y discretas, como buenas madres, siguieron cuidando de sus hijos.

  • Mama Quilla desde la luna.
  • Mama Pacha en la propia Tierra.
  • Mama Sara en los granos y en los alimentos.
  • Mama Cocha en las aguas y los vientos.
  • Mama Ocllo en los actos y en la creatividad.
  • Las cinco Mama Yachay, las diosas del amor y el conocimiento.

Simone, que de ecuatoriano tiene bien poco, pero que ama la cultura andina y el conocimiento, yachay, nos comparte la leyenda de las diosas y el último contacto de la humanidad con los dioses varones, dando lugar a la independencia de actos y pensamientos, y a la lengua de los hombres, el quechua, en detrimento del aimara, la lengua de los dioses. Hay quien cuenta que los dioses en algún momento se dieron cuenta del dulce engaño de las diosas, y que algunos de ellos, que ya no se entendían con los humanos, al no poder destruirlos del todo en franca venganza, pues las diosas los cuidaban con celo, enviaron unos cuantos males a la Tierra.

  • La menstruación y el parto con dolor para las hembras.
  • La vanidad y el orgullo para los hombres.
  • El lento crecimiento para los niños.
  • La enfermedad para los ancianos.
  • La guerra para los codiciosos y los necios.
  • La traición y la venganza para los débiles.
  • La prepotencia para los que tenían mucho.
  • La envidia para los que tenían menos.
  • La gula y la borrachera para todos.
  • Los temores y los miedos.
  • La locura y la falta de comprensión ajena para los sabios.
  • La dejadez para los perezosos.
  • Las creencias y las supersticiones para los ignorantes.

Y, por si fuera poco, también mandaron al seno de Pacha Mama unos cuantos demonios. Puedes leer mucho más en Mitología General.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar